domingo, 1 de febrero de 2015

HISTORIA BARRIO SAN MARINO


HISTORIA DEL BARRIO SAN MARINO


REMEMBRANZAS DEL BARRIO “SAN MARINO”
Por Inés Rentería

UBICACIÓN

El barrio “San Marino” está ubicado en la Comuna 7, limitado por los barrios: Las Ceibas, Los Pinos, La Zona Industrial de Fepicol,Sectores como Cali Bella, las Veraneras, La Base Aérea y el Barrio Alfonso López.

PROCESO HISTORICO.

Nombrar el barrio San Marino en épocas anteriores, era sinónimo de violencia, inseguridad, peligro. Muchos taxistas se negaban a entrar, de igual manera muchas personas a transitar por sus calles. Hoy es diferente; como en Cali no dejan de existir problemas por la inseguridad, pero San Marino ha recuperado su dignidad al ser reconocida ante propio y extraños como una comunidad diferente.

FUNDACIÓN

En compañìa de las señoras Olga María Carbonero, actual presidente de la Junta de Acción Comunal, Graciela Ramos, Mìriam Àgredo. Fundadoras del barrio, iniciamos una agradable charla sobre algunas anécdotas y acontecimientos que tuvieron lugar en el mismo. 
En el año 1.972 se presentò una inundación en el río Cali que afectò los barrios Fàtima, Berlìn, San Francisco, sectores conocidos popularmente como “el barrio Chino”. Nuestras entrevistadas explican que no era un barrio habitado por personas de esa nacionalidad, sino que èste se conformaba por muchos tugurios y laberintos que solo sus moradores conocían. Los mismos policías no se atrevían a entrar, pues cuando perseguían a alguien la persona se les desaparecía como por encanto.
Al presentarse la emergencia, el gobernador de ese entonces, Dr. Marino Rengifo Salsedo, recurrió a la construcción de casas según el número de familias damnificadas, tarea que asumió el Instituto de Crédito Territorial (I.C.T.).
El barrio surgió por etapas, como una carrera automovilística. La primera estaba constituída por el barrio San Marino; la segunda por Las Veraneras, y la tercera por el sector que colinda con la Base, conocido popularmente como “el Bolsillo”, por las características de sus formas, y también como “el Yucal”, zona donde existía, en ese entonces, un extenso sembrado de yucas.
La casa más cara en esos tiempos valía $20.000, y fueron adjudicadas con veinte años de plazo para ser pagadas en cuotas mensuales de $85.00. Sin embargo, hay personas que aún deben y por lo tanto no han recibido las escrituras. Unas casas eran de ladrillo y otras de farol, pero todas fueron entregadas en obra negra. En la adjudicación intervinieron las señoras María Luisa (no recuerdan el apellido), y Gladys Rojas, ambas empleadas del I.C.T.

TRANSPORTE

El servicio de transporte era muy deficiente, problema que aún subsiste, pues solo entra una ruta de buses, la “Rojo Gris”, y por la calle 70 el “Blanco y Negro” ruta 7. Por esta razón tienen que hacer largos recorridos hasta la Carrera Octava o la autopista para trasladarse a otros lugares de la ciudad, sin contar los problemas para tomar un taxi en las horas de la noche. Piensan ahora los habitantes las vicisitudes que tendrán que sufrir cuando estas rutas desaparezcan para dar paso al transporte masivo del “MIO” ahora que paradójicamente es de “otros”.

BENEFACTORES

A los inicios de la fundación del barrio llegaron las monjitas María Patricia y María Luisa, quienes con la ayuda de la comunidad, hicieron una ramada y fundaron el colegio San Francisco de Asís. Además de educación, le suministraban a los niños pan y colada. En el año de 1.976 lograron mejorarla, construyendo la mitad en ladrillo. Nos refieren nuestras entrevistadas, que en esa Institución estudió Alexander López, hoy Senador de la República, con la esperanza que de vez en cuando se acuerde del barrio.
En 1.973, llegaron las Hermanas Asuncionistas. Con la marcha de la teja y del ladrillo fundaron el primer dispensario situado en el Pasaje 7D, esquina con la 64, en donde se hacían consultas médicas, curaciones, se donaban medicamentos, etc. Olga María Carbonel manifiesta: “A ellas les debo lo que soy hoy”, debido a sus conocimientos de enfermera, pues en la actualidad siempre la buscan para aplicar inyecciones.

LÍDERES COMUNITARIOS

Destacan la labor de los primeros presidentes de la J.A.C., verdaderos gestores, a quienes la comunidad les debe mucho.
El señor Baquero (Q.E.P.), conformó el primer comité de deportes con equipos reconocidos por sus excelentes desempeños, especialmente en los campeonatos de fútbol.
El señor Félix Alomía. Promovió la instalación: de las primeras líneas telefónicas, del alcantarillado, la parabólica y el alumbrado en las casas. Por intermedio del Doctor Carlos Olguín Sardi, consiguió que esta escuela fuera construida, de ahí la razón de su nombre. Fue el fundador de la guardería “Personitas”, hoy a cargo de Bienestar Familiar, y de la Primera Subestación de Policía, situada en la Carrera 7Ebis con Calle 66.
Debido a que el barrio se había extendido mucho y que carecía de terreno para algunas obras, le tocó gestionar y conseguir la construcción del Puesto de Salud, el que hoy funciona en el barrio Las Ceibas; de igual manera sucedió con el parque y la cancha que hoy figura en el sector de Cali Bella.
Por motivos de la celebración de la fundación del barrio el periódico “Voz a Vos”, en su propósito de integrar a la comunidad y enaltecer los aspectos humanos de muchos de sus habitantes consideró, en este reportaje, que sería importante hacer un reconocimiento público al señor Alomía, quien aún vive, pero se encuentra muy delicado de salud. Esta idea fue acogida por la señora Olga María Carbonero y sus acompañantes, con la promesa personal de aportar un escrito especial dedicado al mismo.
Tambièn se destaca como líder la señora Amanda Vargas de Rivera, a quienes muchos habitantes del barrio le deben la donación de servicios sanitarios para sus casas, la pavimentación de algunas calles, además de otras gestiones, muchas de las cuales logró con la ayuda de la concejal, Doctora Clementina Vélez.

PERSONAJES TÍPICOS

Resultó muy divertido escuchar los “sobrenombres”, y la razón de los mismos, de algunos personajes típicos del barrio, quienes en su mayoría han muerto.

DON LUTERANO: Vendía petróleo y chicha. Los niños del barrio acudían a su tienda, pues siempre les daba como “ñapa” un dulce conocido como “cucaracha”.

DON JUAQUÍN: A él también acudían los niños, pero esta vez no a comprar sino a venderle sapos, pues con estos curaba la erisipela. Ademàs de esto, enmarcaba todos los cuadros del barrio.

MANUNGO: Fabricaba tabacos y vendía su famoso “queso costeño”. Se puede decir que tenía una empresa.

LA LOCA CATALINA: Tenía como costumbre barrer las calles del barrio. A veces era pacífica, pero cuando la molestaban se ponía furiosa y correteaba a los muchachos.

LA CONGELADA: (Aún vive) Vendía sándwiches, gaseosas, leche y otros productos que siempre estaban congelados.

CHAVA: Era recicladora y fue famosa por la “murriña” (trozos de gordana fritos), los que vendía y atraían a los clientes por su olor… Y entre más pasados más gustaban.

SOPITA: La madre le dio a luz a las puertas de la escuelita San Francisco de Asís. El niño se crió en las calles a merced de la caridad de los vecinos y siempre llegaba a las casas pidiendo “sopita”.

CAMINANTE: Nuestras informantes, se reservan el decirnos quién es, y la razón de su sobrenombre.

Publicado por PERIÓDICO "VOZ A VOS" DE CALI

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