miércoles, 5 de julio de 2017

HISTORIA DE LA UNION DE VIVIENDA POPULAR Y BARRIO MARIANO RAMOS

La Unión de Vivienda Popular y el barrio Mariano Ramos Hacia 1962 un nutrido grupo de migrantes recientes, tanto de la Costa Pacifica como de otras regiones del país, inician la invasión de terrenos ubicados al lado en donde hoy queda ubicada la fábrica de Colgate Palmolive (carrera 1 con calle 40). Dicha invasión no duró mucho tiempo porque la policía desarrolló un operativo de desalojo de estos terrenos, acción en la cual murió una mujer, a causa de disparos propiciados por la policía, puesto que los pobladores ofrecieron una fuerte resistencia al desalojo. A raíz de ello un buen grupo de invasores se ubican en otra zona, que hoy día forma parte de la comuna 16, donde construyeron sus viviendas. Después de un tiempo y debido a la presión de los pobladores invasores y los antecedentes del desalojo de la anterior invasión se inicia un proceso para alcanzar algún arreglo con los dueños de las tierras y permitir la asignación de estos lotes a estas familias. La población se organiza mediante un comité de vivienda al cual llamaron Unión de Vivienda Popular, el cual tenía su sede en una caseta construida de madera, que denominaron caseta Juana María Garcia en memoria de la mujer asesinada en el primer intento de invasión28 . En el año de 1963 los pobladores empezaron a construir sus viviendas en piso de tierra, con guaduas, esterillas y todo tipo de madera al igual que cartones y materiales desechables, y techos de plástico en terrenos inundables, como todos los del oriente de la ciudad, en lo que inicialmente se llamó antigua Unión de Vivienda Popular29. O sea, los terrenos que conforman en la actualidad la comuna 16 era sólo un gran asentamiento llamado Unión de Vivienda Popular, y a partir de 1969 se inició el proceso de división en los barrios República de Israel, Unión de Vivienda Popular, Antonio Nariño y Mariano Ramos. Esta división surge a partir de una serie de problemas administrativos originados por el tamaño del barrio Unión de Vivienda Popular. Los pobladores de un sector deciden dividirse del resto de la Unión, tener su propia junta da acción comunal, por lo que se le dió el nombre de Mariano Ramos 30. Pero al igual que en el conjunto del oriente de la ciudad los terrenos fueron entregados a sus nuevos dueños sin ninguna clase de servicios públicos y en zonas también inundables y cubiertas de pastizales. Como en el Siete de Agosto y las etapas del Alfonso López los pobladores de la época comenzaron la brega de obtener servicios públicos. Se cavaron aljibes en las casas para obtener agua, aunque no era apta para el consumo humano por lo que el agua potable era compraba a vendedores que la transportaban en carretillas y la ofrecían por baldes a las casas. Posteriormente se organizó un comité que se encargara de gestionar el agua a través de la instalación de una pila en Puerto Rellena, sitio en donde había que hacer grandes filas, en el barrio que hoy se conoce como Villa de Sur y anteriormente llamado Periquillo. Como no existía alcantarillado la población cavaba largas chambas hasta llegar al caño donde desembocaban las aguas residuales para así evitar inundaciones. De este modo se construyó un sistema artesanal de alcantarillado. La población vivió mas de tres años sin energía eléctrica y abasteciéndose de leña para cocinar los alimentos y velas para alumbrar sus hogares en las noches. Luego, el mismo comité del agua se encarga de proponer que la solución más rápida consistía en conectarse a la red de energía en forma pirata, pegándose al poste más cercano31 . No es sino hasta 1968 que la población logra presionar para la instalación de los servicios de energía en los hogares del futuro barrio Mariano Ramos. Esto es el resultado de la negociación de votos versus servicios públicos en el área a través del partido liberal. A través de este mecanismo la población del barrio logró posteriormente la instalación de las redes del acueducto y alcantarillado en sus viviendas. A pesar de la historia de su creación como una invasión que se negocia con los antiguos dueños de los predios en una zona no urbanizada para la época, Mariano Ramos termina al cabo del tiempo en un barrio que alcanza una situación económica estable para una buena parte de los hogares que allí residen. La principal razón de esta evolución favorable de las condiciones de urbanización y en general de vida de este barrio tiene que ver con el tipo de empleos a los que accedieron sus pobladores, entre las décadas del 70 y 80, con un patrón de asalariamiento más o menos estable muy similar al presentado en el caso del Siete de Agosto. Esto explica que este barrio y otros de la comuna 16 se conformen como asentamientos populares que logran urbanizarse en forma relativamente terminada, al lado de una mejoría notable de las viviendas por autoconstrucción. Pero un factor adicional muy importante fue la conexión vial al conjunto de la ciudad, desarrollada desde la década del 70, al tiempo de una pavimentación de calles y construcción de diversas obras de infraestructura e inversiones sociales, todo ello parejo al aporte electoral que hacían sus pobladores a los candidatos al concejo de la ciudad, particularmente de las fracciones del partido liberal correspondientes al balcarcismo y al holmismo. En realidad lo que a lo largo de las décadas del 70 y 80 va a conformarse como la actual comuna 16, la antigua Unión de Vivienda Popular, se fue transformando en un área residencial que poco a poco perdía su carácter inicial precario gracias a su transformación en barrios populares más o menos integrados al conjunto de la ciudad con una buena participación de población trabajadora asalariada y además con una creciente participación de capas populares de profesionales y técnicos con ingresos superiores a los dos o tres salarios mínimos, al igual que lo observado en el Siete de Agosto, con la excepción notable del barrio Antonio Nariño cuyas características urbanísticas, socioeconómicas y socioraciales lo hacen más cercano al patrón urbano del Distrito de Aguablanca32 . No obstante que la población de Mariano Ramos es altamente mestizada se observa una población negra-mulata proveniente de Buenaventura y del Choco, y en menor grado de la Costa Pacifíca nariñese y caucana, de migrantes llegados a Cali después de los años 50 y sus descendientes nativos de segunda, tercera y hasta cuarta generación, en algunos casos. Este patrón es más o menos semejante para los actuales barrios la Unión de Vivienda Popular y República de Israel, aunque en el barrio Antonio Nariño hay un mayor peso socio-racial de la población negra y ya es posible observar más presencia de población afrocolombiana de la Costa Pacífica nariñense y sus descendientes nativos. En términos geográficos en la comuna 16 se registra una especie de distribución en la concentración de la población afrocolombiana entre dos barrios, Mariano Ramos versus Antonio Nariño, de una mayor dispersión a una mayor concentración, con dos barrios intermedios, la Unión de Vivienda Popular y el República de Israel. Esta variación socio-racial en el ámbito de la geografía de la comuna 16 también se corresponde aproximadamente con diferenciales urbanísticos de las calles y viviendas y socioeconómicos de los hogares. En Mariano Ramos las mujeres mayores de 30 años en una amplia mayoría no están en el mercado de trabajo, dedicándose todavía a actividades del hogar y al cuidado de los niños. A diferencia de otros barrios en pocos casos estas mujeres están dedicadas a ventas de comestibles y artículos de lencería, papelería y utensilios para el hogar dentro de sus casas, a domicilios o en un local dedicados a las ventas. Lo cierto es que la mayor parte de los hogares son aún sostenidos en su mayor parte por hombres. En cambio, las mujeres menores de treinta años sí tienen una masiva participación en el mercado de trabajo, dedicadas a oficios de asalariadas en empresas medianas y grandes en las cuales ocupan cargos de secretarias, asistente o contadoras, vendedoras de mostrador y en pocos casos en oficios varios en el área de aseo a oficinas, para las de menor escolaridad. Pero la mayor parte de estas mujeres, en especial las menores de 25 años, se dedican a estudios de secundaria o universitarios. Los empleos masculinos para mayores de treinta años se concentran en labores de obreros y supervisores de grandes empresas como Cartón Colombia, Colgate Palmolive, Lloreda Grasas, entre otras, con ingresos superiores a los dos salarios mínimos y en ocasiones hasta tres y cuatro salarios. También es un barrio con un sector de personas jubiladas, de empleos públicos y privados. Por eso mismo es posible encontrar hombres con edades cercanas a los 30 años o ligeramente por encima de esta edad que alcanzaron a ser enganchados, antes de la década del 90, en empleos en las mismas empresas donde antes trabajaban sus padres, hoy en día jubilados 33. Tampoco es despreciable la población laboral de profesionales y técnicos, en su mayoría asalariada, aunque también hay profesionales independientes. En su conjunto la población masculina mayor de 30 años es por lo general jefe de hogar. Por el contrario, al igual que en otros barrios populares los menores de treinta años trabajan en empleos temporales como asalariados de alguna empresa o como vendedores, ya sea de puerta a puerta o en mostrador. Cabe anotar que a pesar de existir gran cantidad de desempleados en este barrio las opciones de conseguir empleo son menos desfavorables, en términos comparativos con otros barrios populares, sobre todo por los mejores niveles de escolaridad que ofrece este barrio. Mariano Ramos presenta un buen nivel de escolaridad debido a que la comuna 16 tiene una amplia oferta de servicios educativos a nivel de escuelas y colegios y los hogares cuentan con mejores ingresos para matricular a sus alumnos en colegios privados de mejor calidad que los existentes en el Distrito de Aguablanca y otras comunas del oriente de la ciudad (6 y 7). La mayor parte de los jóvenes de 18 y más años son bachilleres o están terminando su bachillerato. A pesar de la alta deserción escolar masculina que se presenta también en este barrio, la escolaridad completa hasta el nivel 11 es más generalizada en Mariano Ramos que en otros barrios del oriente de la ciudad, con excepción de Ciudad Córdoba y algunos otros barrios del Distrito de Aguablanca (Villa del Lago, Calipso, El Vallado), que ofrecen condiciones similares. También registra una población de mujeres y hombres egresada de las universidades o haciendo alguna carrera en la Universidad del Valle y otros centros de educación superior. Es abundante la población juvenil estudiando en centros postsecundarios de carreras intermedias. Mariano Ramos cuenta con un servicio de salud publica al que acuden la mayor parte de las personas del barrio. El servicio se apoya en un puesto de salud que está ubicado en el barrio y un centro de salud en el barrio aledaño de Unión de Vivienda Popular. Aunque existen muchas personas vinculadas a alguna EPS o al seguro social, o a modalidades de medicina prepagada, podemos encontrar gran cantidad de personas de este barrio beneficiarias del programa de salud subsidiada del Sisben. De todas maneras las prácticas populares de salud se mantienen vigentes en algunos aspectos relacionados con maleficios y el mal de ojo. Funcionan todavía algunas parteras, las cuales no practican partos sino que son utilizadas para el control de embarazo. Desde hace ya varios años atrás todos los partos son hospitalarios. En Mariano Ramos la sociabilidad de vecindad es mucho menor que en otros barrios populares del oriente de la ciudad, aunque la calle sea el principal escenario de sociabilidad de los grupos de pares entre la población joven, al igual que en los diferentes barrios populares y de clases medias bajas. Dentro de este barrio se encuentra el espacio de recreación más amplio de la comuna 16, dotado con más de cuatro canchas de fútbol y baloncesto, en donde acude la población a practicar deporte tanto de manera formal como informal, a través de torneos o partidos amistosos. Los espacios de socialización a través de la música se desarrollan en este barrio a través de los llamados toldos, en donde jóvenes de diversos sectores populares son convocados entorno a la música y el baile de la salsa. Son frecuentes las fiestas o rumbas en las viviendas, a las que se asiste pagando la entrada. Diversas variantes del hip hop, a través del rap y el reggae, son consumidas entre la población juvenil, existiendo grupos que cantan y bailan este género musical. En este tipo de consumos culturales la participación de los jóvenes negros, mujeres y hombres, es destacada, al lado de la población mestiza. Las relación con los demás barrios de la comuna 16 es relativamente aceptable, teniendo en cuenta que todos los barrios presentan una igual antigüedad, y que existen condiciones urbanísticas y socioeconómicas similares, con excepción del barrio Antonio Nariño, más percibido por la población del Mariano Ramos y de los otros dos barrios de la comuna 16 como una continuación del Distrito de Aguablanca, con los estigmas que ello conlleva.

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