domingo, 11 de enero de 2015

HISTORIA BARRIO EDUARDO SANTOS

Historia Barrio Eduardo Santos.

En 1932 eran muy pocas las casas, había un río que venía desde una quebrada llamada Agua Blanca; la gente del barrio recogía el agua de ese río. Como inicialmente este era un corregimiento, con ayuda de toda la gente se buscó la manera de ampliar el barrio. Estaban dispuestos a sacar una vía o un camino debajo de Juanchito, para que la gente tuviera un buen acceso de ida y de venida.

En 1948 este proyecto fracasó porque no se lograron unir las ideas y los recursos financieros necesarios. Mariano Ospina Pérez era el Presidente de la República, Nicolás Barrero era el Gobernador del Valle y Guillermo Potes el Alcalde Municipal.

Los habitantes del barrio querían que en el hubiera edificios para escuelas, con sus respectivos profesores y un centro médico que les prestara un buen servicio.

La separación del barrio se llevó a cabo por los señores Rueda . En 1932 en el barrio Eduardo Santos solo había una emisora que pertenecía a Eduardo Luna, dos carros de ventas, estos se ubicaban donde se encuentra hoy en día el Controlde Buses.

Las primeras casas eran pequeñas, con un estilo muy antiguo, en el año de 1952 se tumbaron algunas y las nuevas fueron construidas en ladrillo. En ese tiempo tampoco había centro médico, ni vías en buen estado, no tenían luz y la que había era de contrabando, tomada de la emisora de Eduardo Luna.

La formación del barrio se hizo a un ritmo lento, ya que había que esperar la manera de buscar trabajo e ir ahorrando para la construcción del mismo.

En toda Villanueva habían 70 viviendas y en el Eduardo Sanos después de la separación existían 100 habitantes.

En 1985 llegó Carlos Holmes Trujillo a brindarles una ayuda para la Casa Comunal, se recibió más de medio millón de pesos.

En el año de1975 con la resolución 2044 de abril 28 y algunos intereses políticos cambia de nombre a Eduardo Santos. Quien lideró este proceso fue el entonces presidente Nelson Rueda Quevedo.

En este periodo de presidencia la familia Santos y la familia Holmes Trujillo aportan su granito de arena para el progreso del barrio, aprobando partidas para su pavimentación. Empiezan los trabajos comunitarios, como la construcción de fuentes por medio de la marcha del ladrillo. Se creó un fondo de solidaridad para entierros, que funcionaba con el aporte de una módica suma que pagaban las
personas afiliadas y les cubría el entierro de todo el grupo familiar, de un bus para el transporte de los acompañantes, la caja, el arreglo del cadáver y la bóveda en el cementerio de San José de Siloé o en el Cementerio Central, también cubría los gastos generados en la noche de velación.


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